El líder kurdo iraquí dice que no hay marcha atrás en la independencia
Barzani pretende negociar la desconexión con Bagdad “en un plazo de uno o dos años”
Erbil (Irak)
“No vamos a declarar la independencia; vamos a celebrar un referéndum
y a negociarla con Bagdad”, ha reiterado este domingo en varias
ocasiones el presidente del Kurdistán iraquí, Masud Barzani, durante una
conferencia de prensa. El líder kurdo, que mantiene que la consulta
también incluye la disputada provincia petrolera de Kirkuk, se ha mostrado decepcionado con el Gobierno iraquí y con la comunidad internacional
por incumplir sus compromisos con los kurdos. Por eso, ha dicho, ya no
se trata de volver a la relación anterior dentro de Irak, sino de
acordar la independencia.
Vestido con su habitual traje kurdo de color oliva, Barzani ha repasado la historia de agravios sufridos por su pueblo a manos del Gobierno iraquí. Pero se centró en el incumplimiento de las provisiones de la Constitución de 2005, sobre el que previamente sus asistentes distribuyeron un dosier de 30 páginas a los periodistas.
“[La Constitución] no hubiera sido aprobada sin nuestro apoyo”,
recordó. “A pesar de sus deficiencias, pensamos que era buena, pero
pronto comprendimos que aunque [en Bagdad] habían cambiado las caras,
seguía existiendo la misma mentalidad (…) de negar los derechos de los
kurdos”, añadió antes de enumerar una larga lista de agravios. “Sólo la
independencia nos garantizará nuestros derechos”, subrayó.
A pesar de la firmeza con la que defendió la voluntad de llevar adelante el referéndum con ese objetivo, también se esforzó por tender la mano a Bagdad. “Queremos tener buenas relaciones de vecindad con nuestros hermanos iraquíes”, dijo. Y guardó las formas: a sus espaldas, sendas banderas de Irak y Kurdistán, del mismo tamaño y a la misma altura.
Además, anunció una vaga hoja de ruta que, una vez celebrada la consulta, llevaría a un proceso de diálogo con el Gobierno iraquí, “durante uno o dos años, incluso algo más si se muestra constructivo”. “El referéndum no es para determinar las fronteras de Kurdistán ni para imponer las actuales lindes”, señaló.
Pero sobre todo quiso responder a quienes han sugerido que la convocatoria pone en peligro la lucha contra el Estado Islámico (ISIS). “Hay excelentes relaciones de los Peshmerga con el Ejército Iraquí y con la coalición internacional y deseamos que continúen así”, declaró antes de revelar que la víspera habían alcanzado un acuerdo con el Ejército iraquí para la intervención en Hawija, uno de los últimos enclaves del ISIS en Irak y una comarca especialmente sensible por estar situada en la disputada provincia de Kirkuk.
Barzani relativizó el riesgo de violencia. “No esperamos ningún conflicto con el Ejército iraquí, al que hemos ayudado en Mosul, Tal Afar y ahora vamos a echar una mano en Hawija. La única forma de resolver los conflictos es a través del diálogo y el entendimiento mutuo”, insistió inasequible al hecho de que Bagdad ya ha anunciado que no va a reconocer el resultado. De momento, el Gobierno central le exigió ayer que entregue el control de los puertos fronterizos, incluidos los aeropuertos, y solicitó a la comunidad internacional que los asuntos de fronteras y de petróleo se traten en exclusiva con las autoridades iraquíes.
Tampoco mostró preocupación por las advertencias de sus vecinos. Irán cerró ayer su espacio aéreo a la región autónoma y Turquía ha movilizado sus fuerzas en la frontera. “Lo que Turquía haga dentro de su territorio es cosa suya”, manifestó. En cuanto a la posibilidad de sanciones económicas, dijo que serían dañinas para ambos, sin embargo, mientras que Ankara puede fácilmente sustituir los 14.000 millones de dólares anuales que le reporta el comercio con Irak (y que pasa por territorio kurdo), Kurdistán es un enclave sin salida al mar, que importa el 80% de sus alimentos, y que depende para exportar su petróleo (90 % de sus ingresos) de los oleoductos con su vecino turco.
“Hemos esperado cien años y la comunidad internacional no ha cumplido. No estamos dispuestos a morir de hambre. Si morimos, moriremos por la independencia”, concluyó desafiante.
Vestido con su habitual traje kurdo de color oliva, Barzani ha repasado la historia de agravios sufridos por su pueblo a manos del Gobierno iraquí. Pero se centró en el incumplimiento de las provisiones de la Constitución de 2005, sobre el que previamente sus asistentes distribuyeron un dosier de 30 páginas a los periodistas.
A pesar de la firmeza con la que defendió la voluntad de llevar adelante el referéndum con ese objetivo, también se esforzó por tender la mano a Bagdad. “Queremos tener buenas relaciones de vecindad con nuestros hermanos iraquíes”, dijo. Y guardó las formas: a sus espaldas, sendas banderas de Irak y Kurdistán, del mismo tamaño y a la misma altura.
Además, anunció una vaga hoja de ruta que, una vez celebrada la consulta, llevaría a un proceso de diálogo con el Gobierno iraquí, “durante uno o dos años, incluso algo más si se muestra constructivo”. “El referéndum no es para determinar las fronteras de Kurdistán ni para imponer las actuales lindes”, señaló.
Pero sobre todo quiso responder a quienes han sugerido que la convocatoria pone en peligro la lucha contra el Estado Islámico (ISIS). “Hay excelentes relaciones de los Peshmerga con el Ejército Iraquí y con la coalición internacional y deseamos que continúen así”, declaró antes de revelar que la víspera habían alcanzado un acuerdo con el Ejército iraquí para la intervención en Hawija, uno de los últimos enclaves del ISIS en Irak y una comarca especialmente sensible por estar situada en la disputada provincia de Kirkuk.
Barzani relativizó el riesgo de violencia. “No esperamos ningún conflicto con el Ejército iraquí, al que hemos ayudado en Mosul, Tal Afar y ahora vamos a echar una mano en Hawija. La única forma de resolver los conflictos es a través del diálogo y el entendimiento mutuo”, insistió inasequible al hecho de que Bagdad ya ha anunciado que no va a reconocer el resultado. De momento, el Gobierno central le exigió ayer que entregue el control de los puertos fronterizos, incluidos los aeropuertos, y solicitó a la comunidad internacional que los asuntos de fronteras y de petróleo se traten en exclusiva con las autoridades iraquíes.
Tampoco mostró preocupación por las advertencias de sus vecinos. Irán cerró ayer su espacio aéreo a la región autónoma y Turquía ha movilizado sus fuerzas en la frontera. “Lo que Turquía haga dentro de su territorio es cosa suya”, manifestó. En cuanto a la posibilidad de sanciones económicas, dijo que serían dañinas para ambos, sin embargo, mientras que Ankara puede fácilmente sustituir los 14.000 millones de dólares anuales que le reporta el comercio con Irak (y que pasa por territorio kurdo), Kurdistán es un enclave sin salida al mar, que importa el 80% de sus alimentos, y que depende para exportar su petróleo (90 % de sus ingresos) de los oleoductos con su vecino turco.
“Hemos esperado cien años y la comunidad internacional no ha cumplido. No estamos dispuestos a morir de hambre. Si morimos, moriremos por la independencia”, concluyó desafiante.
Nazanin Armanian
Publico.es
Publico.es
Washington pide al Gobierno Autónomo de Kurdistán (GAK)
de Irak que en vez de suspender el referéndum previsto para el 25 de
septiembre lo posponga, y eso a pesar de que los propios kurdos no han
puesto ninguna fecha para la independencia a pesar de contar con una
mayoría absoluta de la población a favor del ‘SÍ’.
Del mismo modo que la RAK nació por la voluntad de EEUU y como una recompensa a los dirigentes derechistas y feudales kurdos por su colaboración durante la agresión militar dirigida por George Walker Bush al resto del pueblo iraquí en 1991, su independencia también dependerá, no de su pueblo, sino de los intereses y la voluntad de la Casa Blanca.
Durante las semanas pasadas, el Secretario de Defensa de EEUU, Jim Mattis, el jefe del Comando Central de EEUU, general Joseph L. Votel, y otros militares han visitado la RAK, exigiendo al presidente Massoud Barzani aplazar el referéndum para dentro de tres años. Aunque EEUU afirma que así pretende mantener la unidad de todos los iraquíes en su guerra contra ISIS, sus propósitos reales son otras:
–Consolidar el gobierno de Bagdad dirigido por el chiita árabe Haider al-Abadi, el hombre de EEUU y de Arabia Saudi, de cara a las elecciones parlamentarias previstas para el próximo año, y neutralizar los intentos de Irán en forjar sus lazos con los diversos partidos iraquíes, incluidos los kurdos. Washington al aplazar la salida de Kurdistán, que mayoritariamente es sunnita, evita que aumente el peso de las fuerzas chiitas pro-iraníes en Irak, cuyo régimen administra la segunda reserva mundial del petróleo. Necesita que al-Abadi renueve el mandato, aunque, en realidad, los chiitas árabes prefieren que los kurdos se marchen, siempre y cuando no se lleven consigo la ciudad de Kirkuk, multiétnica, estratégica y empapada del Oro Negro.
-Ganar más tiempo para fortalecer las estructuras políticas kurdas necesarias para crear un Estado propio: Los conflictos entre los partidos kurdos (que son más de corte familiar-tribal que político) han llagado a tal punto que Barzani suspendió en 2015 el parlamento y sólo lo volvió a reunir la semana pasada para que legitimase el referéndum. La guerra civil de los años noventa dejaron a miles de muertos en esta región: El enemigo de la independencia kurda no sólo es la élite gobernante de Bagdad, Ankara, Teherán o de Washington, también lo es la burguesía corrupta y autoritaria.
-Buscar una solución al problema de falta de autonomía económica de Kurdistán, que carece de infraestructuras capaces de gestionar la independencia: al no tener salida al mar, sólo podrá vender su petróleo pasando los oleoductos por Irán, Turquía o Irak. Además, la caída del precio del petróleo, un monumental saqueo de las arcas públicas (la desaparición de 1.107 millones de dólares en 2016) y la aplicación de políticas neoliberales han provocado una profunda crisis económica en el GAK.
-Disuadir a Turquía que puede aprovechar la formación del estado kurdo, y darse el derecho de apropiarse de las tierras kurdas de Siria. A demás, preocupa a EEUU que los kurdos de esta socia de la OTAN -que sufren una creciente represión-, intensifiquen su lucha contra el régimen autoritario de Erdogan, desestabilizando este estratégico país euroasiático.
-Alargar el proceso hasta que hubiese cambios en Irán y Turquía. EEUU está tomando muy en serio las insinuaciones de ambos países en intervenir militarmente en la autonomía si el GAK llega a declarar la independencia.
En general, los costos de un Estado Kurdistán son mayores para Washington que los beneficios: un estado kurdo no es viable, por lo que su prioridad es proteger las cinco bases militares que ha construido en Kurdistán (la ultima en el distrito de Zummar, a 60 kilómetros al noroeste de Mosul, con el fin de controlar desde la orilla occidental del río Tigris hasta unos kilómetros de Mosul) e impedir que choque con los países vecinos y perder la estabilidad y el estatus que tiene actualmente.
Las quejas de la autonomía
Liberarse de los interminables conflictos religiosos de la zona árabe de Irak en los que se ha visto envuelto es uno de las principales razones presentadas por el GAK para demandar el divorcio a Bagdad, consciente de que sus vecinos árabes, turcos e iraníes le declararían la guerra.
El GAK le acusa a Bagdad de incumplir la Constitución del 2005 que exige un acuerdo sobre la disputada ciudad de Kirkuk, del impago del 17% del presupuesto general del estado, de marginar a los kurdos en las instituciones gubernamentales, de no equipar a su ejército Peshmargas, y bloquearle el suministro de armas extranjeras. Por lo que ha dado por fracasado el federalismo iraquí.
¿Qué pasará?
En realidad, el objetivo de Barezani al convocar el referéndum (que aún puede ser desconvocado) no es la independencia a corto plazo sino:
-Forzar a Bagdad a iniciar el proceso de la independencia para un futuro indeterminado. De hecho Francia, EEUU y la ONU ya están diseñando planes para salvar la cara de Barezani, trabajando con Bagdad para que acepte la negociación de la separación de Kurdistán en los próximos años, pero con garantías internacionales sobre las fronteras del nuevo estado y mientras las tropas kurdas permanezcan en Kirkuk. Sabe que el hecho de que el referéndum no incluya las importantes zonas en disputa con Bagdad, estas se quedaran fuera de su dominio quizás para siempre. Por lo que preferirá congelarlo de momento.
Desviar la atención de sus ciudadanos de la incapacidad de su “familia” (en el sentido don coleonilista del término) de gobernar sobre cinco millones de personas (la mitad, jóvenes nacidos en la autonomía que no se consideran iraquíes) cuyas expectativas de una vida mejor no se han cumplido después de 26 años de gozar de semi-independencia de la región. Cerca de 70.000 kurdos viven en la pobreza, y el gobierno no sube los salarios según la inflación y encarcela y tortura a los detenidos. Un etnocentrismo insolidario y con aires de superioridad es incapaz de entender la lucha de clases.
Y ¿ cómo no? la ambición de querer …
Continua en : http://blogs.publico.es/puntoyseguido/4201/por-que-eeuu-no-se-opone-al-referendum-de-independencia-de-kurdistan/
Del mismo modo que la RAK nació por la voluntad de EEUU y como una recompensa a los dirigentes derechistas y feudales kurdos por su colaboración durante la agresión militar dirigida por George Walker Bush al resto del pueblo iraquí en 1991, su independencia también dependerá, no de su pueblo, sino de los intereses y la voluntad de la Casa Blanca.
Durante las semanas pasadas, el Secretario de Defensa de EEUU, Jim Mattis, el jefe del Comando Central de EEUU, general Joseph L. Votel, y otros militares han visitado la RAK, exigiendo al presidente Massoud Barzani aplazar el referéndum para dentro de tres años. Aunque EEUU afirma que así pretende mantener la unidad de todos los iraquíes en su guerra contra ISIS, sus propósitos reales son otras:
–Consolidar el gobierno de Bagdad dirigido por el chiita árabe Haider al-Abadi, el hombre de EEUU y de Arabia Saudi, de cara a las elecciones parlamentarias previstas para el próximo año, y neutralizar los intentos de Irán en forjar sus lazos con los diversos partidos iraquíes, incluidos los kurdos. Washington al aplazar la salida de Kurdistán, que mayoritariamente es sunnita, evita que aumente el peso de las fuerzas chiitas pro-iraníes en Irak, cuyo régimen administra la segunda reserva mundial del petróleo. Necesita que al-Abadi renueve el mandato, aunque, en realidad, los chiitas árabes prefieren que los kurdos se marchen, siempre y cuando no se lleven consigo la ciudad de Kirkuk, multiétnica, estratégica y empapada del Oro Negro.
-Ganar más tiempo para fortalecer las estructuras políticas kurdas necesarias para crear un Estado propio: Los conflictos entre los partidos kurdos (que son más de corte familiar-tribal que político) han llagado a tal punto que Barzani suspendió en 2015 el parlamento y sólo lo volvió a reunir la semana pasada para que legitimase el referéndum. La guerra civil de los años noventa dejaron a miles de muertos en esta región: El enemigo de la independencia kurda no sólo es la élite gobernante de Bagdad, Ankara, Teherán o de Washington, también lo es la burguesía corrupta y autoritaria.
-Buscar una solución al problema de falta de autonomía económica de Kurdistán, que carece de infraestructuras capaces de gestionar la independencia: al no tener salida al mar, sólo podrá vender su petróleo pasando los oleoductos por Irán, Turquía o Irak. Además, la caída del precio del petróleo, un monumental saqueo de las arcas públicas (la desaparición de 1.107 millones de dólares en 2016) y la aplicación de políticas neoliberales han provocado una profunda crisis económica en el GAK.
-Disuadir a Turquía que puede aprovechar la formación del estado kurdo, y darse el derecho de apropiarse de las tierras kurdas de Siria. A demás, preocupa a EEUU que los kurdos de esta socia de la OTAN -que sufren una creciente represión-, intensifiquen su lucha contra el régimen autoritario de Erdogan, desestabilizando este estratégico país euroasiático.
-Alargar el proceso hasta que hubiese cambios en Irán y Turquía. EEUU está tomando muy en serio las insinuaciones de ambos países en intervenir militarmente en la autonomía si el GAK llega a declarar la independencia.
En general, los costos de un Estado Kurdistán son mayores para Washington que los beneficios: un estado kurdo no es viable, por lo que su prioridad es proteger las cinco bases militares que ha construido en Kurdistán (la ultima en el distrito de Zummar, a 60 kilómetros al noroeste de Mosul, con el fin de controlar desde la orilla occidental del río Tigris hasta unos kilómetros de Mosul) e impedir que choque con los países vecinos y perder la estabilidad y el estatus que tiene actualmente.
Las quejas de la autonomía
Liberarse de los interminables conflictos religiosos de la zona árabe de Irak en los que se ha visto envuelto es uno de las principales razones presentadas por el GAK para demandar el divorcio a Bagdad, consciente de que sus vecinos árabes, turcos e iraníes le declararían la guerra.
El GAK le acusa a Bagdad de incumplir la Constitución del 2005 que exige un acuerdo sobre la disputada ciudad de Kirkuk, del impago del 17% del presupuesto general del estado, de marginar a los kurdos en las instituciones gubernamentales, de no equipar a su ejército Peshmargas, y bloquearle el suministro de armas extranjeras. Por lo que ha dado por fracasado el federalismo iraquí.
¿Qué pasará?
En realidad, el objetivo de Barezani al convocar el referéndum (que aún puede ser desconvocado) no es la independencia a corto plazo sino:
-Forzar a Bagdad a iniciar el proceso de la independencia para un futuro indeterminado. De hecho Francia, EEUU y la ONU ya están diseñando planes para salvar la cara de Barezani, trabajando con Bagdad para que acepte la negociación de la separación de Kurdistán en los próximos años, pero con garantías internacionales sobre las fronteras del nuevo estado y mientras las tropas kurdas permanezcan en Kirkuk. Sabe que el hecho de que el referéndum no incluya las importantes zonas en disputa con Bagdad, estas se quedaran fuera de su dominio quizás para siempre. Por lo que preferirá congelarlo de momento.
Desviar la atención de sus ciudadanos de la incapacidad de su “familia” (en el sentido don coleonilista del término) de gobernar sobre cinco millones de personas (la mitad, jóvenes nacidos en la autonomía que no se consideran iraquíes) cuyas expectativas de una vida mejor no se han cumplido después de 26 años de gozar de semi-independencia de la región. Cerca de 70.000 kurdos viven en la pobreza, y el gobierno no sube los salarios según la inflación y encarcela y tortura a los detenidos. Un etnocentrismo insolidario y con aires de superioridad es incapaz de entender la lucha de clases.
Y ¿ cómo no? la ambición de querer …
Continua en : http://blogs.publico.es/puntoyseguido/4201/por-que-eeuu-no-se-opone-al-referendum-de-independencia-de-kurdistan/
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